Por qué la moda sostenible es la tendencia definitiva

La industria textil no puede presumir de tener glamour si no es planetfriendly.

Después del petróleo, la industria textil es la más contaminante. Por poner un ejemplo, se necesitan unos 13.000 litros de agua para cultivar un kilo de algodón del que, tras su procesamiento y teñido, saldrán luego tan sólo un par de camisetas. Prendas de vestir que compramos de forma compulsiva la mayoría de las veces. “Al año se producen entre ochenta mil millones y mil millones de prendas. Una media de 12 y 14 prendas por persona y año”, señala Gema Gómez, Fundadora de Slow Fashion Next, durante la VI Jornada de moda sostenible, organizada junto con los Amigos del Museo de Traje. Precisamente, el eje de esta Jornada fue la moda circular. “Es necesario que tanto el productor, el diseñador y el consumidor final tomen conciencia y cambien la forma de relacionarse con el producto”.

El proceso de elaboración de las materias primas es excesivamente agresivo. Como ha dicho Rita Kearney, consultora experta en Made by, se necesita más de 8.000 productos químicos diferentes. Y si hablamos de deshechos, los europeos no reciclan tanto como sería necesario. De hecho, en Europa tiramos unos 5,8 millones de toneladas de ropa que ya no queremos. De ellas, sólo el 25 por ciento es reciclado. Lo más triste explica la experta, es que el 95 por ciento de esa ropa podría tener una segunda vida. ¿Y dónde acaba la ropa que no se vende? En vertederos gigantes que conforman un paisaje propio de la película Mad Max.

Design Mindfullness o cómo diseñar con mentalidad verde

Los expertos coinciden en que una formación más ecológica del diseñador es clave. Cómo hacer sostenible la industria textil debería ser asignatura obligatoria en los institutos de moda. Desde Made by explican que el 80 por ciento del impacto climático y medioambiental depende de decisiones tomadas en la fase de diseño. “El rol del diseñador está evolucionando. Cada vez se necesitan diseñadores más inteligentes y más creativos, y que además del diseño tengan en cuenta otros aspectos como el empleo de materias primas sostenibles, diseños de larga duración y diseñar modelos que se puedan desmontar, teniendo en mente las posibilidades de reciclaje, intentando minimizar los desechos, considerando las posibilidades de reciclaje, etc.”

La moda circular está creando comunidad

Gema Gómez, que este año ha presentado el primer Directorio de Moda Sostenible en España, resalta el valor de las empresas sostenibles por realizar un gran esfuerzo. “Es cierto que el mundo de la sostenibilidad cuesta grandes dosis de dinero, pero también de empeño, tesón y de mucha creatividad”. Algunas de las firmas presentes en la VI Jornada de Moda Sostenible de SFN tienen orígenes e infraestructuras muy diferentes. Algunos compuestos por equipos modestos, otros ya consolidados en grandes empresas. Pero a todos les une la ilusión de formar parte de una comunidad que pretende contribuir a un mundo mejor. Verdeagua, El Naturalista, Hemper o Skunkfunk son algunas de ellas.

Pero, ¿cómo puede hacerse la industria textil sostenible? Ria Kearney de Made By nos da diez claves para lograrlo:

– Seguir prácticas de diseño más responsable y sostenibles. Por ejemplo, diseñar con dead stock (materiales de desecho provenientes de otros procesos de fabricación para aprovechar al máximo las materias primas y reducir los residuos, como ya hace la firma Reformation. Por su parte, la plataforma virtual desingforlongevity.com inspira a los diseñadores a crear piezas más longevas y reciclables.

– Utiliza fibras sostenibles. En 2020 la demanda de fibra alcanzará los 100 millones de toneladas. Utilizar fibras más sostenibles, reciclar e invertir en tecnología es fundamental. El programa ECAP ayuda a las empresas en la implementación de fibras más sostenibles.

– Elige procesos de producción más sostenibles. La industria textil empela toneladas de agua, productos químicos y energía, y produce grandes cantidades de desechos. Con innovaciones, nuevas tecnologías y cambios en la legislación es posible llegar a tener una producción con un menor impacto medio ambiental.

– Consumo sostenible. La decisión de los consumidores de donde comprar puede llevar a generar nuevos modelos de empresa con más transparencia y responsabilidad medio ambiental. Las medidas a tomar en este punto están encaminadas a mejorar los hábitos de compra, de uso y de cómo los consumidores se desprenden de sus prendas. Por ejemplo, la campaña love your clothes puesta en marcha por loveyourclothes.org.uk, está destinada a enseñar a las personas a cuidar de sus prendas e incluso repararlas y a relacionarse con ellas de una forma menos consumista.

– Recolección de prendas usadas. El 95 por ciento de las prendas desechadas pueden reciclarse con mejores sistemas de recolección y un aumento en la tecnología de separación.

– Reutilización y reciclaje de los textiles recuperados. Con nuevos modelos de negocio que habiliten un aumento en la reutilización y el reciclado de la ropa se puede reducir el impacto medio ambiental al bajar el consumo de los recursos naturales.

– Más colaboración. Con asociaciones estratégicas, programas entre sectores y marcos a nivel europeo y global, se puede desarrollar standares comunes para problemas clave y objetivos de la industria.

– Más transparencia. Hacer visible lo que hasta ahora era invisible, es decir haciendo pública la información acerca de los proveedores para determinar el origen de las materias primas, mejorar la cadena de suministro, etc. Pregúntate siempre: quién hace tu ropa, dónde, cómo y por supuesto, en qué condiciones.

– Más informes. Son necesarios más informes acera de la sostenibilidad de la marcas e investigación en el sector para generar una línea de base, medidas estandarizadas, para así tener marcas más responsables, transparentes y sostenibles.

– Sostenibilidad social. Aproximadamente 60 millones de personas trabajan en la industria de la moda, más del 50 por ciento de ellos no llegan al salario mínimo. Entre los temas más importantes a tener cuenta en este aspecto se encuentran: los salarios ínfimos, las eternas jornadas laborales, la ausencia de libertad de asociación, la salud y seguridad de los trabajadores…Temas de vital importancia como los derechos humanos, los derechos de la mujer, la explotación infantil y la esclavitud moderna.

Fuente: EstrellaDigital

Imagen: Pixabay/Alterfines

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