Selva peruana puede aprovechar consumo creciente de frutas exóticas en Asia, Europa y EE.UU.

El boom de estas nuevas especies exóticas es gracias a sus propiedades nutricionales y antioxidantes en favor de la salud, así como por sus beneficios en el mundo de la cosmética.

El consumo de frutas exóticas como el camu camu, la pitahaya y el açaí es una tendencia mundial debido a las propiedades nutricionales que posee; y las regiones de la selva (Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y San Martín) pueden aprovechar esta tendencia ya que son zonas con gran potencial para impulsar su producción, señaló Sierra y Selva Exportadora.

Uno de los ejemplos más claros de consumo de estos productos es el mercado de China, que mostró una tasa de crecimiento anual del 20% durante el periodo 2014 – 2015; mientras que Kuwait destacó con 164% en sus niveles de importación de estas frutas en el mismo periodo.

Tailandia y Malasia destacan también en sus niveles de compras de frutas exóticas en un 30% y 37% respectivamente; además de Vietnam, cuyos montos importados ascendieron en un 122% entre el 2014 y 2015.

Estas especies exóticas también vienen ganando terreno en Europa y Estados Unidos, debido a que su población tiene como tendencia de consumo una alimentación balanceada,  donde prima las diversas propiedades nutricionales y antioxidantes que tienen estas especies a favor de la salud.

Zonas de producción

El camu camu se produce en las regiones de Loreto y Ucayali y, en pequeñas cantidades, en la región San Martín. Además, existen unas 1.345 hectáreas de rodales naturales, principalmente en las cuencas de los ríos Putumayo, Tigre, Ucayali, Napo y Curaray.

Conocida como la “Fruta del Dragón”, la pitahaya se produce en pocas cantidades en Amazonas,  y tiene una mayor oportunidad en Europa debido a su alta demanda en las principales ciudades gastronómicas como Paris, Barcelona y Madrid, donde la usan en la elaboración de postres.

El açaí o también llamado “Blueberry de la selva” se produce en Loreto y Ucayali y es conocido por su elevada concentración de antocianina, pigmento que le da el intenso color morado, al igual que el arándano, que lo convierte en un potente antioxidante. Precisamente por esta última característica, el aceite de este fruto es usado en productos de belleza, generando un movimiento económico de US$ 530 billones anuales.

Fuente: Agraria.pe

Imagen: Pixabay/Hans

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